....:::: Desde el Exilio ::::.... - By SkY LighT
Te he observado durante tanto tiempo desde aquel rincon alejado de mi habitación, que me lamento por haber sido hoy, cuatro años mas tarde, que me acerco a contemplarte en la totalidad de tu calidez.
Has pasado por tanto ya, intentando firmemente mostrarme aquel mundo al que tanto temo. Soportaste valientemente cada uno de los elementos, aun la mas violenta de las tormentas, el mas glacial de los inviernos, el mas árido de los veranos.
Tal vez algun día logres perdonarme por no apreciar aquel esfuerzo que has hecho por mi. Hoy quiero que entiendas que solo era una niña, que era yo la que no entendía que lo mas preciado dentro de mi pequeño mundo de cristal eras tu, mostrándome la vida que florecía a mi alrededor.
¿Podrás disculparme también, por no entender estos colores que hoy despliegas sobre mis ojos? Creo que no será hoy el día en que entendré qué es esta extraña sensación que me invade, que invita a mis lágrimas a fluir, que me abraza y me empuja hacía ese mundo extraño, tan lleno de colores y movimiento.
Y esa cegadora luz, flotando libremente en aire, me lastima y alienta a salir. Me resulta familiar, no es la primera vez que mis ojos lloran en su presencia. ¡Cuanto deseo el cautiverio que me enseñas!
Pequeña ventana al mundo, hoy entiendo tus palabras, puedo leerlas en las atmosfera de esta habitación. He comprendido la razón de mis años de ceguera y la primera de mis lágrimas es por ella. Es que tu mensaje es tan triste, tan lleno de amor y desepción. Aun en la infinidad y hermosura que posees, deseas pertenecer a mi pequeño y oscuro mundo, a mi planeta de imperfección, envuelto en la duda y el miedo.
Hermosa ventana al exterior, ¿me explicarás algún día el por qué de este oscuro anhelo?
¿Podrás algún día conversar conmigo, asi como lo hacías cuando era una niña?
Aun tengo miedo, las luces y el color han lastimado demaciado a mis ojos por hoy. Volveré a alejarme, ya no quiero sentir, esperaré tus palabras, temprano al despertar. Ya no eres tu mi miedo, hoy mi temor mas grande es mañana despertar y ser aquella niña que no entendía la poesía que le obsequiabas.
Pequeña ventana, cerraré tus ojos para sanar los mios, pero jamás me atreveré a silenciarte, ya que en tus palabras mi silencio se esconde.
Has pasado por tanto ya, intentando firmemente mostrarme aquel mundo al que tanto temo. Soportaste valientemente cada uno de los elementos, aun la mas violenta de las tormentas, el mas glacial de los inviernos, el mas árido de los veranos.
Tal vez algun día logres perdonarme por no apreciar aquel esfuerzo que has hecho por mi. Hoy quiero que entiendas que solo era una niña, que era yo la que no entendía que lo mas preciado dentro de mi pequeño mundo de cristal eras tu, mostrándome la vida que florecía a mi alrededor.
¿Podrás disculparme también, por no entender estos colores que hoy despliegas sobre mis ojos? Creo que no será hoy el día en que entendré qué es esta extraña sensación que me invade, que invita a mis lágrimas a fluir, que me abraza y me empuja hacía ese mundo extraño, tan lleno de colores y movimiento.
Y esa cegadora luz, flotando libremente en aire, me lastima y alienta a salir. Me resulta familiar, no es la primera vez que mis ojos lloran en su presencia. ¡Cuanto deseo el cautiverio que me enseñas!
Pequeña ventana al mundo, hoy entiendo tus palabras, puedo leerlas en las atmosfera de esta habitación. He comprendido la razón de mis años de ceguera y la primera de mis lágrimas es por ella. Es que tu mensaje es tan triste, tan lleno de amor y desepción. Aun en la infinidad y hermosura que posees, deseas pertenecer a mi pequeño y oscuro mundo, a mi planeta de imperfección, envuelto en la duda y el miedo.
Hermosa ventana al exterior, ¿me explicarás algún día el por qué de este oscuro anhelo?
¿Podrás algún día conversar conmigo, asi como lo hacías cuando era una niña?
Aun tengo miedo, las luces y el color han lastimado demaciado a mis ojos por hoy. Volveré a alejarme, ya no quiero sentir, esperaré tus palabras, temprano al despertar. Ya no eres tu mi miedo, hoy mi temor mas grande es mañana despertar y ser aquella niña que no entendía la poesía que le obsequiabas.
Pequeña ventana, cerraré tus ojos para sanar los mios, pero jamás me atreveré a silenciarte, ya que en tus palabras mi silencio se esconde.